Creo que puedo escribir casi en cualquier lugar silencioso: mis cuentos se hicieron en muchas mesas y en muchas casas, frente a varias ventanas distintas. No me importa usar mi propio ordenador o tomar uno prestado, ni estar rodeada de libros, de ollas o de hierba. Las manías que no tengo con el espacio son las que gasto con el tiempo, porque es imposible que trabaje sabiendo que un rato después alguien espera de mí que haga cualquier otra cosa. Tal vez solo escriba durante una hora, pero necesito saber que podrían ser cinco. Así que mi mejor rincón para escribir… es un domingo.
© Fotografía: Juan Pablo Pérez
Irene Jiménez (Murcia, 1977) ha publicado los libros de relatos La suma y la resta (Páginas de Espuma, 2011), Lugares comunes (Páginas de Espuma, 2007), El placer de la Y (El Cobre, 2003) y La hora de la siesta (Arguval, 2001). Cuentos suyos están incluidos en las antologías Siglo XXI. Los nuevos nombres del cuento español actual (Menoscuarto, 2010) y Pequeñas resistencias 5. Antología del nuevo cuento español 2001-2010 (Páginas de Espuma, 2010).
Me gusta esa silla poblada de letras, esperando que alguien las ordene
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EliminarSí, la imagen está llena de hermosas asociaciones. Still life de la escritura. Y el paisaje velado al fondo...
EliminarMe identifico con Irene, en que si sé que alguién me está espera no puedo escribir, a veces puedo hacerlo en el autobús, en una cafetería y otras ni en el mejor escritorio. Puede que el mejor rincón sea un día solitario.
ResponderEliminarAbrazos