miércoles, 6 de junio de 2012

Fernanda García Lao






Hace poco decidí serle infiel a mi escritorio formal. Ahora tengo dos. Están en la misma habitación. Pero no se parecen en nada. Este que ven, es el nuevo.

El pianito de la izquierda es una herencia de mi tía. Lo tenía encima del ropero. Cuando era chica iba a su casa, y lo primero que hacía era pedirle que lo bajara. Al despedirnos, ella lo volvía a subir: mantenía intacto mi deseo. Cuando murió, el pianito se vino conmigo. Ella es la que está en la foto junto a mi papá. Quedaron ahí de casualidad. O no.

La lata con pinceles y lápices es parte fundamental de mi escritura. Necesito ver algunas caras mientras escribo. Hago rostros que luego no menciono. Para qué, si ya los vi. Tengo cuadernos llenos de gente y palabras sin uso. Cuando no hay tiempo de prender algún aparato, escribo en ellos. Después, los olvido.

En la Tablet hago lo mismo: escribir y dibujar. Pero siempre tengo algún libro cerca. A veces, me canso de mí. Cierro todo y me dejo cautivar por la cabeza de otro.

Mi escritorio formal ─el que no ven─ coincide con tres dibujos a lápiz que hice en la pared.

        1. Pareja se besa en la boca. Sobre ellos una cita de Ítalo Calvino: “Hacer que dure y
            dejarle espacio”.
        2. Rostro que amo desde hace casi una década, con un rectángulo enmarcando su
             boca. “Nada de palabras para él”.
        3. Rostro de Samuel Beckett, con un rectángulo en sus ojos. “El vacío
             ante los ojos miran”.

Estos son algunos de mis dioses, a los que no rezo. Por pudor.






© Texto y fotografía: Fernanda García Lao


Fernanda García Lao (Mendoza, Argentina, 1966) vive en Buenos Aires y es escritora, dramaturga y actriz. Ha publicado las novelas La piel dura (El cuenco de plata, 2011), Vagabundas (El Ateneo, 2011), La perfecta otra cosa (El cuenco de plata, 2007; Premio Julio Cortázar), Muerta de hambre (El cuenco de plata, 2005; Premio Fondo Nacional de las Artes). Ha escrito y dirigido, entre otras, las obras de teatro La amante de Baudelaire (2007), Ser el amo (2002) y La mirada horrible (2000). Sus novelas han sido publicadas en Francia por La Dernière Goutte.


2 comentarios:

  1. ¿y si no vieras sus caras?
    interesante lo tuyo, saludos

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  2. Buena pregunta. a veces, no las veo. O aparece una pierna, un cuello sin dueño. Está bueno el recorte, te obliga a imaginar. Saludos!

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