lunes, 16 de enero de 2012

Carmen Peire






Caos, angustia, revelación. Agazapada. El portátil en un extremo de la mesa como El hombre enfundado de Chéjov, preparado para los viajes; el ordenador en la esquina opuesta; en el medio lo demás, la Metamorfosis, Kafka presente al escribir, ser otros, transformarnos, angustiarnos como Gregor Samsa. Bajo la calculadora (sic) el último trabajo que estoy editando, sabes lo que es, y, en folios sueltos, el último trabajo del taller. Delante del teclado, en una bolsita color lila, los seis muñequitos guatemaltecos (¿o colombianos?, no recuerdo) de la suerte. Si limpio la mesa no puedo trabajar. Cuando necesito espacio, retiro lo que hay hacia los lados, pero tengo que sentir que los objetos me acogen. La esperanza, siempre presente, es el lado izquierdo (¡no iba a ser el derecho!), la biblioteca. Hacia allá miro cuando estoy in albis, detenida y acorralada. Salto a la búsqueda de la inspiración, orden alfabético, Aub casi al principio, dos estantes llenos que se observan con claridad y un aforismo suyo siempre presente: "La certeza es la fe, la duda, literatura". Varios Quijotes, mi libro más leído, y los pendientes por leer en estantería aparte, a la derecha, que coloco por orden alfabético donde les corresponde, muy despacio, según van siendo leídosdevoradosatrapados más lentamente de lo que yo quisiera. También, al fondo, mi sillón de lectura y la lámpara que lo ilumina. Las mañanas son de las llamadas, estudios cálculos. Las tardes-noches de mis vuelos, sobre todo entre los ruidos que salen cuando todos duermen, cuando los objetos y la luna hablan. No aparece el piano, queda fuera del ángulo izquierdo, pero evoca a Felisberto Hernández, escritor y pianista, a Cortázar y a tantos otros apasionados por la simbiosis música y literatura. A mi vida. Es un Erard de mi bisabuela que después fue de mi abuela y ahora me pertenece. Aunque está desafinado. ¿Acaso como mi escritura?






© Texto y fotografía: Carmen Peire


Carmen Peire (Caracas, 1952) vive en Madrid, donde dirige cursos para jóvenes en el Taller de Escritura Creativa de Clara Obligado. Ha publicado los libros de cuentos Horizonte de sucesos (Cuadernos del Vigía, 2011) y Principio de incertidumbre (Cuadernos del Vigía, 2006), y relatos suyos figuran en antologías como Por favor, sea breve (Páginas de Espuma), Por favor, sea breve 2 (Páginas de Espuma), Historias para viajes cortos (Trivium), Historias de amor y desamor (Trivium), Un lugar donde vivir (Dragontinas), Jonás y las palabras difíciles (Colección Nuevos Narradores) y Sólo cuento (Universidad Autónoma de México).

  

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